La vida en una jaula, Gran Hermano

Ya dije que hablaría de Gran Hermano, y que mejor día para hacerlo que hoy.
Estoy encantado con las nominaciones de esta semana. Realmente hoy me ha divertido el programa, ya que desde mi modesta opinión se ha dado un pequeño vuelco a la historia.

Y es que, por muy concurso que sea este, por mas entretenido que sea que haya enfrentamientos, lo que no es de recibo es que venza la prepotencia, la falsedad, el despotismo, la intolerancia, el ultraje, el desprecio, el agredir y la falta de respeto. A fin de cuentas se trata de un programa de convivencia, y no me parece lícito utilizar esos sistemas en un programa de televisión. Aquí se demuestra de que talante, de que pasta esta hecho cada uno.

Lo del grupo de los ‘ex’ naialos, ahora llamados los ‘naranjos’ que empezó con ciertas bromas, sarcasmo y alguna putadita, se ha convertido en una batalla donde para ellos vale todo. Y ese todo tiene un limite que han sobrepasado muy de largo. Como dicen en mi ciudad, se han pasado tres pueblos.

Ahora tratan de traidor al que ellos pensaban traicionar. Simplemente, se les ha adelantado. Ha sido mas listo. Ahora se cabrean porque no les ha salido la tortilla de su gusto y en lugar de aceptar que no lo han sabido hacer, creándose enemigos por todos los rincones de la casa, echando las culpas a la organización del programa, incluso mencionando que ha sido un tongo.

La verdad, que aun que no me entusiasmaba ninguno de los participantes el grupo de Kiko, lo que es una pura realidad es que tanto Javier, como Dani bien apodado ‘El Sucio’ y Laura son unos impresentables. Con esas actitudes no se va por el mundo y asi espero que se den cuenta algún día, cosa que dudo, porque estos tres fenómenos de la naturaleza por muchas vendas que les quites de la cara son tan sumamente prepotentes y creídos que nunca aceptaran lo que son, unos impresentables.

Los que en un principio me hicieron gracia, ahora me dan asco, mejor dicho, me dan pena, porque les augura una muy difícil vida en los años venideros.